La globalización de los mercados, el aumento de la competitividad y las tendencias de desarrollo de las empresas a nivel mundial han hecho aumentar las exigencias sociales a las organizaciones como fórmulas de diferenciación respecto de la competencia. Los consumidores finales demandan que las empresas estén comprometidas con su entorno más directo implicándose en iniciativas sociales, éticas, laborales y medioambientales e introduciendo estos objetivos en su planificación estratégica.

El número de empresas que están implementando estrategias de Responsabilidad Social Corporativa en España ha aumentado exponencialmente en los últimos años, movidas también por las ventajas que se derivan de su introducción. Entre ellas, se pueden destacar las siguientes:

  • Mejora la imagen de la empresa frente al consumidor y a la sociedad en general.
  • Genera oportunidades de negocio.
  • Mejora las relaciones con los grupos de interés de la empresa, como instituciones o proveedores.
  • Favorece la visibilidad de la marca frente a terceros.

 Una de las iniciativas en materia de Responsabilidad Social Corporativa más reconocida a nivel internacional es el Pacto Mundial de las Naciones Unidas.

El Pacto Mundial es una iniciativa de la Organización de Naciones Unidas con carácter voluntario, en la cual las empresas se comprometen a alinear sus estrategias y operaciones con diez principios universalmente aceptados en cuatro áreas temáticas: derechos humanos, estándares laborales, medio ambiente y anti-corrupción. Por su número de participantes, 12.000 en más de 145 países, el Pacto Mundial es la iniciativa de ciudadanía corporativa más grande del mundo. El Pacto Mundial es un marco de acción encaminado a la construcción de la legitimación social de las corporaciones y los mercados. Aquellas empresas que se adhieren al Pacto Mundial comparten la convicción de que las prácticas empresariales basadas en principios universales contribuyen a la construcción de un mercado global más estable, equitativo e incluyente que fomentan sociedades más prósperas.

Las empresas, el comercio y la inversión son pilares esenciales para la paz y prosperidad. Pero en muchas áreas las empresas están ligadas a serios dilemas, como pueden ser la explotación, la corrupción, la inequidad y otras barreras que frenan la innovación y el espíritu empresarial. Las  acciones empresariales responsables construyen confianza y capital social, al mismo tiempo que contribuyen  al desarrollo y mercados sostenibles.

Participar en el Pacto Mundial implica un compromiso visible con el apoyo de los diez principios universales. Una empresa que se ha adherido al Pacto Mundial deberá:

  1. Integrar los cambios necesarios en las operaciones, de tal manera que el Pacto Mundial y sus principios sean parte de la gestión, la estrategia, la cultura y el día a día de la actividad empresarial.
  2. Publicar en el informe anual o reporte corporativo (por ejemplo el reporte de sustentabilidad), una descripción de las acciones que se realizan para implementar y apoyar el Pacto Mundial y sus principios (Comunicación sobre el Progreso- CoP).
  3. Apoyar públicamente el Pacto Mundial y sus principios, por ejemplo a través de comunicados de prensa, discursos, entre otros.

Además las empresas pueden maximizar los beneficios de participación, a través de las diferentes actividades que se ofrecen: diálogos sobre políticas, foros de aprendizaje y alianzas para proyectos.

De todo ello y mucho más podemos asesorarles en Rosado & Asociados, ya que contamos con un extenso estudio acerca de la importancia de este pacto, así como de otras cuestiones que sean necesarias a la hora de iniciarse en la aventura empresarial en otros países, contribuyendo y ayudando a aquellas empresas que deseen lanzarse a romper las barreras y los miedos que les llevan a frenar tal iniciativa.